Rezando en uno de los templos de Chiang Mai. |
Después de llevar varios años viajando a diferentes destinos asiáticos, tenemos cada vez más claro que la puerta de entrada perfecta hacia este nuevo mundo no es otra que Tailandia, el país de la sonrisa.
Esta afirmación la basamos principalmente en cinco razones que te contamos a continuación:
Idioma.
Es evidente que poca gente en nuestro ‘mundo occidental’ tiene un dominio digno del tailandés, sin embargo, esto no va a suponer un hándicap en este país, pues sus habitantes están tan acostumbrados a los turistas que resulta fácil entenderse en inglés con ellos. Pudimos comprobar que en casi cualquier sitio, hasta las personas más mayores chapurrean el suficiente inglés para podernos comunicar sin problemas. Está claro que con tal de vender un souvenir se aprende lo que sea.
No en todos los países asiáticos ocurre lo mismo. En Japón, por ejemplo, no esperes encontrar demasiada gente con la que poder aclararse en inglés, lo cual no quiere decir que no vayan a darlo todo por ayudarte, pero bien es cierto que la comunicación no es nada fluida.
Un jovén tailandés de la zona de Krabi nos muestra un erizo recién sacado del mar. |
La gente.
Tailandia también es conocido como ‘el país de la sonrisa’ y este no es un apelativo que se les haya sido otorgado de manera gratuita. Al poco tiempo de estar allí notamos que su gente es realmente amable y siempre se dirigen a ti con esa sonrisa en la boca tan característica.
Sin duda, este es un rasgo que le da muchos puntos a Tailandia para ser elegido como debut en el lejano oriente.
Aprendices de monje comprando helados en un puesto ambulante de Chiang Mai. |
Choque cultural y lugares increíbles.
El hecho de que la gente esté acostumbrada al extranjero y de que se trate de un país muy orientado al turismo no significa que no vayas a tener ese famoso choque cultural que tanto disfrutamos los enamorados de Asia.
Desde el primer momento te verás abrumado por el enorme caos que reina en Bangkok y te faltarán ojos en la espalda para ir esquivado los alocados tuk-tuks que pululan por toda la ciudad. Además, podrás ver sitios que a nuestros ojos resultan tan extraños e impactantes como el mercado del tren, la ciudad de los monos, o alguno de los mercados flotantes que quedan cerca de la capital.
Uno de los mercados flotances cercanos a Bankok. |
Templos espectaculares.
Si tus motivaciones son más bien espirituales o culturales, has de saber que este aspecto también va a quedar más que cubierto en tu viaje a Tailandia. Allí te esperan templos centenarios cargados de historia como el Wat Chai Wattanaram de Ayutthaya y otros tan espectaculares como el templo blanco de Wat Rong Khun o el precioso templo de la Aurora de Bangkok.
Una imagen del Templo Wat Chai Wattanaram de Ayutthaya. |
Playas de ensueño.
Y por último, no podemos dejar de mencionar el tema de las playas. En este país vas a encontrar islas y playas paradisíacas para aburrir, así que si eres de los que siempre ha soñado con pasar unos días de ensueño en la típica isla de película con aguas cristalinas y peces de colores, sí, Tailandia también es tu país.
Las famosas Islas Phi Phi. |
Parece que ya te hemos dado suficientes motivos para convencerte de que debes ir a Tailandia, pero ahora viene la otra cuestión, ¿Viajar por tu cuenta o con un viaje organizado?
Ambas formas de hacerlo tienen sus pros y sus contras, todo va a depender un poco de tu experiencia como viajero y tus gustos personales, pero si lo que realmente quieres es pasar unos días idílicos en un país exótico sin tener que preocuparte absolutamente de nada, lo más recomendable son los viajes de lujo organizados, algo que sobre todo resulta idealsi este viaje va a ser tu luna de miel.
Lo dicho, de una forma u otra, nuestro consejo es que, al menos una vez en la vida, debes de ir a Tailandia.
¿Te quedaste con alguna duda?
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