En este sentido, la primavera y el verano resultan épocas ideales para poder viajar por Europa, pues los inviernos en el viejo continente son a veces demasiado duros para aquellos que estamos acostumbrados a un clima más cálido (en nuestro caso, el mediterráneo).
Y es que a veces se nos olvida que no hace falta ir demasiado lejos para conocer otros países europeos y simplemente con unos billetes de tren entre España y Francia podemos plantarnos rápidamente en casa del vecino del norte y disfrutar de cosas tan interesantes como las que os contamos a continuación:
- Visitar Marsella y su Palacio de Longchamp.
Marsella, capital de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, es la segunda ciudad más poblada de Francia y, tanto por su agradable clima mediterráneo como por su elevado patrimonio histórico y cultural, se hace ideal para una escapada de pocos días desde España.
Esta capital portuense nos ofrece múltiples posibilidades; podemos visitar la Basílica de Santa María la Mayor, un gran templo que combina los estilos bizantino y románico, podemos recorrer la fortaleza de Saint-Jean, que siempre resulta interesante, o por supuesto, acudir al viejo puerto de la ciudad, que ya era usado por los griegos hace más de 2000 años.
Sin embargo, no queremos quedarnos ahí, y nos gustaría recomendar una visita ideal para esta primavera, el Palais Longchamp, un precioso palacio del siglo XIX rodeado por un enorme parque que además dispone de dos museos (uno de arte y otro de historia natural) y un observatorio. ¿Te lo vas a perder?
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| Atardeciendo sobre el Palacio de Longchamp. |
- París: Foire du Trône.
¿Qué te vamos a contar de París que no conozcas ya? La Torre Eiffel, los Campos Elíseos, el archiconocido museo del Louvre o incluso el concurrido complejo de Disneyland son lugares que no necesitan ninguna presentación, sin embargo, queremos resaltar un evento no tan conocido para los foráneos y que tiene lugar cada primavera en la Pelouse de Reuilly, hablamos de la Foire du Trône.
Esta espectacular feria consta de más de 300 atracciones que se aglutinan en un gran espacio de más de diez hectáreas, donde se puede encontrar entretenimiento para todos los gustos y edades, así como una gran cantidad de puestos en los que poder saborear unos buenos crêpes, algodón de azúcar o las tradicionales manzanas caramelizadas.
Resulta especialmente recomendable asistir al espectáculo de fuegos artificiales que se celebra cada año en el primero de mayo para conmemorar el Día del Trabajador.
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| Una espectacular vista aérea nocturna de la Foire du Trône de París. |
- Carnaval de Toulouse.
Como cada año, la llegada de la primavera trae consigo el conocido Carnaval de Toulouse, una de las señas de identidad de la “Ciudad Rosa”, en la que tanto habitantes como visitantes conviven y participan en esta animada y colorida festividad.
Las carrozas y los desfiles inundan las calles durante una semana entera, pero el acto que mayor expectación despierta es, sin duda, el conocido como “Gran Desfile”, que tiene lugar el último día de la semana y, tras el cual, viene el juicio de Monsieur Carnaval, que es el causante de todos nuestros males y que, según dicta la tradición, acabará siendo condenado a ser quemado en la hoguera. A partir de ahí, la fiesta se prolongará hasta altas horas de la madrugada.
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| Una abarrotada calle de Toulouse durante el carnaval. |
Esto han sido sólo tres ejemplos de lo que puede ofrecernos la primavera en nuestro país vecino, pero no es necesario que te ciñas a estas propuestas, no lo pienses más, sube a un tren y lánzate a disfrutar de Francia con todos los sentidos.
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